El vaginismo, puede ser por causas físicas o psicológicas
Puede suceder que una mujer tenga problemas físicos que estén claramente relacionados con motivos psicológicos. Éste puede ser el caso del vaginismo que consiste en una contracción involuntaria de los músculos perivaginales, del tercio inferior de la vagina, impidiendo la penetración o haciéndola muy difícil.
Es una disfunción que afecta a un grupo reducido de la población femenina, pero tras un tratamiento que combine conocimientos de sexología y de ginecología, puede solventarse mejorando la vida sexual de las mujeres que lo padecen y eliminando la barrera a la fertilidad en la que se convierte cuando aparece el deseo gestacional.
Causas del vaginismo
La imposibilidad de penetración puede tener una causalidad psicológica, orgánica o incluso que la aparición de una desencadene la otra.
Vaginismo por motivos psicológicos
El vaginismo puede ser debido en exclusiva a un motivo psicológico, como traumas en la infancia que no tienen por qué tener una naturaleza sexual, una educación ligada a tabúes o una educación sexual deficitaria.
El desconocimiento del propio cuerpo y de la pareja, el miedo a quedarse embarazadas o los fracasos reiterados en los comienzos de la vida sexual activa son algunos de los motivos por los que puede desencadenarse esta disfunción.
En las primeras relaciones sexuales puede darse un miedo al dolor que hace imposible la penetración.
Vaginismo por motivos fisiológicos
La contracción involuntaria de la vagina y el dolor asociado a ella puede deberse a un motivo físico que requiere de un tratamiento ginecológico, además de un posible abordaje psicológico.
- Las infecciones vaginales así como la aparición de úlceras vaginales pueden ser las responsables de la aparición de dolor en las relaciones sexuales y provocar vaginismo.
- La disminución de estrógenos en la sangre, como ocurre en la menopausia, provoca un aumento de la sequedad y puede provocar dolor.
- La inflamación de las glándulas de Bartholi, que se encuentran en la entrada de la vagina y que se encargan de contribuir a la lubricación de la vagina, pueden sufrir una alteración por dicho proceso inflamatorio y provocar un dolor por la fricción.
- Un parto traumático, un aborto o una violación pueden ser causas de vaginismo.
- Una mala cicatrización de la incisión que se practica para facilitar la salida del bebé, llamada episiotomía después del parto, no necesariamente complicado, puede provocar tirantez y ser la responsable de la imposibilidad del coito.
Tratamiento del vaginismo
El vaginismo debe tratarse con la actuación coordinada de psicólogos especializados y ginecólogos para abordar la disfunción desde todas sus vertientes.
La terapia de pareja es muy importante y se combinan con ejercicios de suelo pélvico, como los ejercicios de Kegel, que llevan a la mujer a un control más consciente de su musculatura pélvica. También las técnicas de relajación, respiración y el uso progresivo de dilatadores vaginales da también buenos resultados, aconsejándose que los ejercicios se hagan con ayuda de la pareja, para lograr un clima relajado y distendido.
En muchas ocasiones puede desembocar en dispareunia, que supone experimentar dolor durante la penetración, y puede ocurrir que un episodio puntual o un conjunto de encuentros sexuales en los que se ha sentido dolor, se asocie mentalmente a dolor durante el coito, e inconscientemente se contraiga la vagina como reflejo del recuerdo de ese dolor, convirtiéndose dispareunia y vaginismo en un círculo vicioso que impide la relación sexual, en estos casos solicitar ayuda a un sexólogo es primordial para lograr unas relaciones sexuales más placenteras y libres de ansiedad.
fuente:reproduccionasistida.org
1 Comentario
Un gran post, muchas gracias por compartirlo y ayudar a tantas mujeres que sufren esta dolencia.