Reproducción Asistida

Últimos avances en tratamientos de fertilidad

Entrevista a la Doctora Ana Monzó, Vicepresidenta de la Sociedad Española de Fertilidad.

¿Cuál es la principal causa de infertilidad (tanto en hombres como en mujeres)? ¿en qué sexo es mayor?

Dra. Ana Monzó: En líneas generales, se admite que un tercio de las causas de esterilidad son femeninas, otro tercio masculinas y el tercio restante son causas mixtas.

De todos los problemas que dan lugar a esterilidad, el factor masculino, sobre todo relacionado con disminución de la cantidad o movilidad de los espermatozoides, se encuentra implicado en, al menos un 50 por ciento de los casos, ya sea como la única causa o añadido a un problema femenino, por lo que puede considerarse, en estos momentos, el principal responsable de la esterilidad en una pareja.

En la mujer, la causa más frecuente de esterilidad en países desarrollados se debe a problemas ovulatorios, que pueden suponer hasta un 25 por ciento. Se puede sospechar si hay una historia de alteraciones menstruales, aunque para confirmarla hay que recurrir a análisis hormonales. En mujeres mayores de 35 años, puede existir una disminución de la reserva ovárica, ya que la dotación de óvulos es limitada y estas células no se regeneran.

Otras causas de esterilidad frecuentes en mujeres que provienen de países menos desarrollados son las derivadas de lesiones en las trompas de Fallopio, que es el lugar donde, en condiciones naturales, deben encontrarse los espermatozoides con el óvulo, y donde se debe producir la fecundación.

De forma aislada o en combinación con otros problemas de fertilidad, son responsables de hasta el 30 por ciento de las causas de esterilidad.

El frenético estilo de vida de la sociedad ¿tiene algo que ver con la alta tasa de infertilidad en la población?

Dra. Ana Monzó: Sí, de hecho, cuando se comparan las cifras de los parámetros seminales, fundamentalmente cantidad y movilidad de los espermatozoides entre hombres que viven en un medio rural o urbano, se aprecian la mejor calidad de los espermatozoides en hombres que viven en el campo.

También se ha comprobado que los hábitos tóxicos: tabaco, alcohol, consumo de ciertas drogas o medicamentos… tiene una acción directa sobre el ciclo ovárico en la mujer y sobre las características del semen en los hombres. De la misma manera, la obesidad o la delgadez excesivas pueden reducir la fertilidad, tanto en hombres como en mujeres.
Por otra parte, las situaciones de estrés están relacionadas con dificultades para conseguir un embarazo. Es bastante frecuente que parejas en las que no se llega a encontrar una causa concreta de infertilidad y que recurren a tratamientos de reproducción asistida, un tiempo después, sin ninguna ayuda médica, tengan hijos de forma natural.

¿Cuáles son las últimas innovaciones sobre fertilidad que ya se están utilizando?

Dra. Ana Monzó: Las mujeres, de forma natural, ovulan un solo óvulo en cada ciclo ovárico. Excepcionalmente ovulan 2 óvulos en un mismo ciclo, por eso existen embarazos gemelares en condiciones naturales.

Habitualmente, para poder llevar a cabo un tratamiento de Fecundación in Vitro (FIV), es necesario que la mujer reciba un tratamiento de estimulación ovárica con el fin de conseguir un mayor número de ovocitos maduros para aumentar la efectividad de la técnica. Esto no está exento de complicaciones, la más importante de ellas es el síndrome de hiperestimulación ovárica que, aunque afortunadamente no es muy frecuente, puede llegar a ser muy grave, requiriendo ingreso hospitalario y a veces atención en Unidades de Cuidados Intensivos.

Actualmente, se están desarrollando técnicas que permiten extraer ovocitos inmaduros del ovario, sin necesidad de administrar un tratamiento agresivo de estimulación de los ovarios, y con medios de cultivo específicos, se consigue madurar estos óvulos en el laboratorio. Esto, además, aumenta el confort para las mujeres, ya que estos tratamientos suponen muchas veces 2 inyecciones subcutáneas diarias durante 8-10 días.

Se estima que, solo un 30 por ciento de los embriones que se generan, de forma natural o tras FIV, tiene capacidad de implantar y dar lugar al nacimiento de un niño. En estos momentos, también es posible detectar las sustancias que producen los embriones mientras están en cultivo en la incubadora para poder determinar qué embrión tiene mayor capacidad de implantar.

¿Hacia dónde se dirigen las investigaciones que se están llevando a cabo relacionadas con la fertilidad?

Dra. Ana Monzó: Las técnicas de criopreservación (de congelación) de espermatozoides, y embriones, pero sobre todo las de ovocitos y de tejido ovárico, en concreto la corteza del ovario, que es la que contiene los ovocitos, están ofreciendo resultados, que aunque todavía no son demasiado efectivos, suponen un potencial muy considerable para la preservación de la fertilidad.

Estas técnicas son particularmente atractivas para personas que, por diversas circunstancias, deciden postponer su maternidad o paternidad a edades en las que pueden presentar dificultades o incluso incapacidad para lograr un embarazo y la descendencia deseada, y también para personas que padecen un cáncer u otra enfermedad grave cuyo tratamiento puede condicionar una pérdida irreversible de células reproductoras

 

¿Llegará un momento en que no existan personas infértiles o más bien la tendencia es la contraria?

Dra. Ana Monzó: En todas las culturas y en todas las épocas históricas hay referencias a la infertilidad. Desde los tratados más clásicos de medicina de la reproducción, las tasas de esterilidad prácticamente no han cambiado. Se estima que aproximadamente el 15 por ciento de parejas en edad reproductiva padecen esterilidad o infertilidad, esto es, dificultad para conseguir un embarazo o para mantenerlo hasta el final.

En el momento actual, se suma la condición de que, en las sociedades más desarrolladas, la incorporación de la mujer al mercado laboral y a puestos cada vez de mayor responsabilidad, tiene como consecuencia que la maternidad se posponga cada vez a edades más avanzadas, y eso hace que en términos absolutos, el número de parejas que demandan ayuda a los especialistas en técnicas de reproducción asistida, esté aumentando. Además, en este mismo sentido, cada vez son mayores el número de parejas que se establecen a edades en las que la reproducción puede ser un verdadero problema (porque vienen de una pareja anterior, separados, divorciados…), y que gracias al desarrollo de la reproducción asistida, buscan ayuda para conseguir tener en común el hijo deseado.

Tanto los médicos como los poderes públicos e incluso los medios de comunicación deberían emprender campañas activas que favorecieran una reproducción saludable a edades adecuadas. Solo de esta manera se lograría invertir la tendencia hacia la que vamos de retrasar la maternidad y de aumentar los problemas de infertilidad en personas que, de otra forma, no la padecerían.

 

Fuente: https://www.muyinteresante.es/innovacion/articulo/ultimos-avances-en-tratamientos-de-fertilidad

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