Fecundación in vitroIMSI

Las técnicas que no pudo usar Robert Edwards

La fecundación ‘in vitro’ ha evolucionado mucho desde sus orígenes. Hoy, 10.000 niños nacen al año en España mediante la reproducción asistida.

Ya en las primeras décadas del siglo XX, los científicos comenzaron a especular con la idea de fecundar óvulos fuera del útero, pero las dificultades técnicas que conllevaba eran aún insalvables. Todavía lo eran, de hecho, en los años 50 y 60, cuando el doctor Robert Edwards, que acaba de ser galardonado con el Nobel de Medicina, comenzó a darle vueltas al asunto. En la actualidad, sin embargo, los propios profesionales se sorprenden de lo que han avanzado estas técnicas, que son responsables del nacimiento de alrededor de 10.000 niños al año en España.

«Lo que tenemos ya es ciencia ficción: hay cosas que hacemos ahora y que, si me las dicen hace 10 años, no me las habría creído», comenta Marisa López-Teijón, jefa del servicio de Reproducción Asistida del Instituto Marquès, en Barcelona. De hecho, la última novedad en este terreno apenas tiene un mes, cuando se conoció una nueva técnica para madurar óvulos en cultivos celulares.

El estudio genético de óvulos y espermatozoides o el análisis preimplantacional del embrión son también técnicas que han evolucionado en los últimos años, por lo que permiten descartar cada vez más enfermedades hereditarias e incrementar las posibilidades de llevar el embarazo a buen término. Ahora es posible analizar los 23 pares de cromosomas del embrión, y no sólo nueve, como hasta hace muy poco, mientras que hace sólo un año que se implantó en España el análisis de los corpúsculos polares del óvulo, unas pequeñas células que no son necesarias para la fertilización, pero aportan valiosa información sobre su ADN.

En la actualidad, tal y como ha resaltado el Instituto Karolinska, la fecundación ‘in vitro’ es una «terapia segura y efectiva» contra la infertilidad, una condición que afecta al 10% de las parejas en el mundo.

Se estima, en cualquier caso, que entre un 20% y un 30% de los óvulos que se fertilizan dan lugar al nacimiento de un niño, unas tasas aún bajas y que obligan a la muchas parejas a someterse a varios ciclos de fertilización.

El futuro

Siguen apareciendo novedades. Una de las más recientes es la denimonada IMSI (acrónimo de Microinyección Intracitoplasmática de Esperma Seleccionado Morfológicamente), un sistema óptico que permite observar el esperma a una resolución de entre 6.000 y 12.000 aumentos (40 veces mayor que en el sistema tradicional). Esta nueva técnica está especialmente indicada para casos de infertilidad masculina, que rondan el 40% del total, y «aumenta exponencialmente las posibilidades de conseguir embarazos», según el Instituto Murciano de Fertilidad (IMFER), pionero en España del uso de este método.

«Sabemos que si seleccionamos aquellos espermatozoides que tienen mejor aspecto, hay más probabilidades de lograr un embarazo», indica López-Teijón, aunque lo cierto es que se desconocen todos los factores que intervienen en la calidad de esperma. «Por eso en algunas parejas todas las pruebas de estudio del semen pueden salir normales, aun siendo el espermatozoide la causa de la esterilidad», añade esta experta.

Otro avance prometedor es la denominada vitrificación del óvulo, es decir, la posibilidad de congelarlo rápidamente a temperaturas muy bajas sin causar daños irreversibles. Hasta hace poco, esto era impensable, porque en los procesos de congelación tradicionales se crean cristales de hielo que destruyen la carga genética. El proceso, que se ha probado ya con éxito en varias mujeres españolas, abre la puerta a la posibilidad de posponer la maternidad: los óvulos se guardan en los años de máxima fertilidad y se utilizan al cabo del tiempo, cuando, de otra forma, sería más difícil tener un niño sano.

Sin embargo, y pese al constante avance de la ciencia, aún quedan importantes retos por resolver en este ámbito. La principal «batalla» está ahora en lograr embriones de calidad suficiente para poder implantar un menor número de cigotos y reducir «la epidemia de embarazos múltiples», según explica el doctor Pedro Barri, director del departamento de Obstetricia del Instituto Dexeus y pionero de la fecundación ‘in vitro’ en España.

Fuente: Ángel Díaz / El Mundo

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