Fecundación in vitro

El Colegio de Abogados, acusado de discriminación

El Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife ha sido acusado de discriminación laboral y de atentar contra derechos fundamentales por una trabajadora que fue despedida el pasado 18 de julio, el día que iniciaba sus vacaciones de verano, y que basó su demanda en que era conocido que iba a someterse a una fecundación in vitro, que implica bajas al tratarse de un embarazo de alto riesgo.

En el juicio, celebrado ayer en el juzgado de lo Social 6, el abogado de la institución colegial, Carlos Pinilla, alegó que el despido de Mercedes Díaz Marrero, que durante casi tres años había trabajado como telefonista y en atención al público en el Colegio, fue «por causas objetivamente justificadas» a pesar de que la misma institución asumió en la carta de despido que éste era improcedente.

Las causas del despido aludían a faltas catalogadas como graves en un informe elaborado por el gerente del Colegio de Abogados, Víctor Marrero. Esas faltas, según dijo el propio Marrero ante el magistrado, consistieron en retrasos al inicio de la jornada laboral, prolongación de la pausa de desayuno y lentitud en el reparto de la correspondencia. El colegio también argumentó que la empleada había tenido un enfrentamiento personal con una letrada, del que nunca le llegó queja escrita.

El Colegio de Abogados desmintió de forma tajante que supiera que Mercedes iba a someterse a una fecundación in vitro, a pesar de que su primera hija nació por este método.

«Todos lo sabíamos». Por contra, varios testigos afirmaron que era vox pópuli que Mercedes quería someterse a un nuevo proceso de fecundación.

La delegada de personal, en la actualidad embarazada, explicó que era tema de conversación común durante el desayuno, ya que ambas buscaban la gestación por las mismas fechas. De hecho, uno de las pruebas aportadas al magistrado es el inicio del tratamiento desde el 8 de enero pasado. La misma testigo, al igual que otro compañero, aseguró que las intenciones de Mercedes llegaron a oídos del gerente del Colegio, «al igual que otras intimidades», a través de una empleada llamada Bárbara «con la que el gerente mantiene una amistad especial».
La abogada de Mercedes incidió en que el motivo del despido no han sido esas faltas, que el propio gerente matizó que «eran difíciles de demostrar» (ya que todas las amonestaciones fueron verbales), sino la posibilidad de un embarazo que suponía un coste para la institución.

Fuente: Belén Molina / La Opinión de Tenerife

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