Cuando debo decir que estoy embarazada
En cualquier caso, una vez pasado el primer momento de sorpresa y aceptación de la buena nueva, nos enfrentamos a otra cuestión. Igual tenemos la urgencia de contárselo a todo el mundo, al fin y al cabo, somos seres sociales y no podemos evitarlo, pero ¿cuándo es mejor hacerlo? Muchos aconsejan esperar al tercer mes, para asegurarnos de que la gestación va a seguir su curso y protegernos de tener que dar explicaciones si no es así.
Además, es la clase de noticia que se propaga a toda velocidad, por mucho que pidamos a nuestros amigos discreción. “Yo quería esperar al tercer mes para anunciarlo. Mi marido se lo contó a su hermano y yo se lo conté solo a mi mejor amiga en el pueblo donde vivimos, que es muy pequeño. Los dos nos prometieron que nos iban a guardar el secreto. Sin embargo, alguien se fue de la lengua porque en dos o tres semanas la gente empezaba a felicitarme por la calle. Como decía mi abuela, la única manera de que algo no se sepa es no contárselo a nadie”,
Y es que, en el tercer mes, después de ver la ecografía o escuchar el coranzoncito de nuestra criatura, es muy posible que ya no seamos capaces de seguir guardando el secreto. ¿Por dónde empezar a divulgarlo? Como los embarazos ajenos son uno de los chismes más jugosos, una vez que decidamos dar luz verde a la noticia, deberíamos pensar en cierto orden de prioridades. ¿Cómo se sentiría nuestra madre si se entera por una amiga que se encuentra en el supermercado?
Los futuros abuelos, tíos y hermanos tienen derecho a saberlo, cuando estemos preparados. “El que haya un nuevo ser en camino afecta a toda la familia y genera muchas expectativas y sentimientos intensos de todo tipo, positivos y negativos. Por ejemplo, es posible que los futuros abuelos, sobre todo si son primerizos, estén emocionados, aunque igual si hay otro hijo no le hace tanta gracia, depende de la edad que tenga”.
Los niños suelen tomarlo como todo un acontecimiento y, según la edad, les gusta explorar distintas dimensiones de lo que va a significar para ellos. Respecto a cuánto tiempo es aconsejable esperar, los expertos vuelven a hablarnos del primer trimestre. En opinión de la psicóloga perinatal Diana Sánchez, “es sano y bueno decirlo en cuánto podamos, ya que es la manera de darle tiempo también al pequeño para que se vaya haciendo una idea de lo que va a ocurrir. Si se espera mucho, tendrá poco tiempo de asimilar y darle forma (en su inconsciente) a lo que viene. Aunque, en la mayoría de los casos y, sobre todo, si es el primogénito, les resulta muy difícil valorar realmente lo que va a suponer para ellos. Esto es diferente si ya tienen más hermanos, pues en ese caso pueden hacerse una idea de lo que les espera”,.
La decisión de comunicar o no que estamos esperando un hijo en el trabajo y cuándo hacerlo depende solo de nosotras, la ley no nos obliga a hacerlo. “Ni siquiera existe la responsabilidad legal de informar de ello en una entrevista de trabajo, previa a la contratación. Por otra parte, las trabajadoras embarazadas se encuentran en situación protegida, según el artículo 55.5 del Estatuto de los Trabajadores, y no pueden ser despedidas en su estado, lo hayan comunicado en la empresa o no. “Un despido durante esos nueve meses sería nulo, incluso si ocurre cuando la trabajadora todavía ignora su embarazo”.
fuente: reproduccionasistida.org
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